Desde 2010, muchos archivos aragoneses se han agrupado para compartir DARA. En principio, un buscador de documentos común que ha evolucionado hasta convertirse en un sistema compartido de información archivística.
En una comunidad autónoma con una estructura administrativa en materia de archivos muy poco desarrollada -no cuenta con Archivo General y las competencias en archivos están divididas en dos departamentos distintos- se ha desarrollado un sistema de colaboración que recibe y coordina las aportaciones de archivos de las distintas administraciones públicas y de instituciones privadas.
La coordinación corre a cargo de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Aragón que aporta también el soporte tecnológico. En cambio, las normas técnicas han sido desarrollada por grupos de trabajo de profesionales. La vinculación de todos los participantes al proyecto se hace a través de convenios de colaboración de cada uno individualmente con el Gobierno de Aragón. No hay una estructura jerárquica que establezca normas.
Los resultados del proyecto son importantes. En 2024 los participantes son más de un centenar, los registros descriptivos compartidos suman más de un millón, de los que 300.000 están digitalizados. Los usuarios por internet al buscador general y a los distintos buscadores monográficos alcanzan los 70.000 al año con más de 1,2 millones de páginas vistas anuales.
Tras casi tres lustros de funcionamiento hay que valorar las fortalezas y debilidades del modelo. Hasta qué punto una estructura administrativa tan ligera puede soportar un volumen de trabajo compartido que sigue creciendo continuamente. También si las fórmulas de colaboración son suficientemente eficaces.